La receta de hoy es una de esas recetas familiares a las que les tengo tanto cariño.
Mi abuela la cocinaba a fuego lento, durante horas, para que nosotros disfrutáramos de lo lindo mojando pan. Yo las preparo en olla rápida y se acortan mucho los tiempos, pero si preferís cocinarlas a fuego lento, mejor que mejor.
Suelo cocinar bastante cantidad y congelar, ya que quedan igual de bien.
Así que ya sabéis, preparad un buen pan porque lo vais a necesitar.
Ingredientes:
- 1.200 gr. de callos de cordero.
- 800 gr. de patas de cordero troceadas.
- 2 hojas de laurel.
- 4 cebollas.
- 4 chorizos picantes.
- 3 cayenas.
- 5 ajos.
- 4 rebanadas de pan frito.
- 1 cucharadita de pimentón de la Vera picante.
- 5 cucharadas de tomate triturado.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 1 pastilla de concentrado de carne.
Preparación:
En una olla rápida, coceremos durante media hora los callos limpios y sin trocear y las manitas de cordero con 1 cebolla partida por la mitad, el laurel y un poco de sal.
Transcurrido este tiempo, pasaremos a una cazuela las manitas y los callos troceados y cubriremos con el caldo de la cocción.
En una sartén, rehogaremos las 3 cebollas restantes bien picadas. Cuando esté transparente la cebolla, añadiremos los chorizos troceados, las cadenas, el pimentón picante y apartaremos del fuego para que no se nos queme, removeremos bien y añadiremos el tomate. Volveremos a colocar la sartén en el fuego y sofreiremos el tomate.
En un mortero haremos un majado con el pan frito y los ajos.
Verteremos a la cazuela donde están los callos y las manitas, el sofrito de la sartén y el majado. Dejaremos cocer unos 20 minutos para que se mezclen bien los sabores y a la mesa!
Deliciosa.
con un buen pan, es una locura!