Naranjas confitadas

Hoy vamos a preparar un ingrediente muy útil en repostería, se trata de las naranjas confitadas. En casa, son imprescindibles en el Roscón de Reyes, siempre nos peleamos por el trozo que lleva naranja, jejeje… y es que no tiene nada que ver con el sabor de las naranjas confitadas que venden en los supermercados. Probad y veréis.

Naranjas confitadas

Siempre las preparo a primeros de diciembre, las envuelvo individualmente con film transparente y las congelo. Así las tengo listas para usarlas a lo largo del año, ya que también las utilizo en muchos bizcochos. Si preparáis un bizcocho con polvo de naranja y añadís unas cortaditas de naranja confitada, os va a quedar un bizcocho de naranja excepcional.

También las podéis utilizar para acompañar al flan de naranja y a un montón de postres más.

Vamos a ello!

Ingredientes:

  • 2 naranjas.
  • 260 gr. de azúcar.
  • 300 ml. de agua.

 

Preparación:

Lo primero que debemos hacer es lavar bien las naranjas debajo del grifo y frotarlas con un cepillo para eliminar cualquier impureza. Después las cortaremos en rodajas o en gajos como más nos guste. Yo siempre las preparo en rodajas.

La primera cocción de las naranjas la realizaremos en una cazuela con agua y una cucharadita de sal, ahí las tendremos hirviendo 5 minutos, las escurriremos y las enjuagaremos con agua suavemente para no dañar la naranja.

Seguiremos con la segunda cocción: en una cazuela ancha, colocaremos el agua, el azúcar y las rodajas de naranja. Cuando empiece a hervir, bajaremos el fuego y coceremos a fuego lento alrededor de 1 hora y 15 minutos. Durante este tiempo, estaremos pendientes del fuego y moveremos la cazuela con mucha suavidad sin tocar las rodajas de naranja para que no se deformen.

Transcurrida la hora y cuarto, apagaremos el fuego y dejaremos las naranjas reposar en la cazuela hasta el día siguiente.

Las sacaremos con mucho cuidado y las dejaremos encima de unas rejillas. Pasadas un par de horas, las envolveremos en film transparente y las conservaremos en el frigorífico o en el congelador, dependiendo de cuando las vayamos a utilizar.

Veréis cuánto juego os dan!

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